Entrevista a Rubén Gotor, el nuevo “MacGyver”. No hay máquina, prototipo o setup que se le resista

La especialidad de Rubén Gotor (Calatayud, 1980) es el montaje, «sea cual sea el desafío y la situación”. Técnico superior en mantenimiento electromecánico del departamento de Materiales de INFINITIA, su función principal es aportar esa «mano técnica” a la hora de crear. Con su experiencia y conocimiento en el mundo del montaje, materiales y herramientas, concede otro punto de vista más enfocado al post-diseño, pero también ofrece un valor extra al tener la visión del montaje final.

Con una amplia trayectoria, Gotor, titulado como técnico especialista (FP II) en Mantenimiento Electromecánico, comenzó a trabajar en 2003 en el Instituto de ciencia de materiales de Aragón, como técnico de laboratorio y actividades. Allí, se encargó del diseño y producción de prototipos de máquina y setups para laboratorio de investigación, así como de trabajos de laboratorio. Además, también ha desempeñado su labor en OESA, ORU ESPAÑA, Carrefour y Adecco, lugares donde ha sido técnico de mantenimiento y montaje de maquinaria industrial para la fabricación de hormigón, técnico de máquinas propias de un supermercado y operario de producción en empresas relacionadas con maquinaria industrial.

Gotor se define como un apasionado de los desafíos, más aún si tienen que ver con montajes o reparaciones. En este sentido, su mayor motivación es tener la visión del resultado final, una vez terminado, funcionando y aportando valor a proyectos de investigación. Esto le aporta un aprendizaje continuo y le hace afrontar nuevos retos con más motivación y ganas.

Su inspiración viene de la mecánica de las cosas, de saber cómo funciona todo lo que cae en sus manos. «Me gusta aplicar estos conocimientos a mis montajes. Acertar con la mejor opción no es fácil, pero ahí reside el aprendizaje, y siempre surgen opciones que inspiran algo nuevo”, afirma.

Como ingeniero, considera que tiene la obligación de cubrir necesidades que surgen diariamente, ya sean problemas cotidianos o la creación de nuevas demandas que sirvan al día a día. «Para ello es necesario tener a personas y equipos preparados y capaces de crear cosas que solo se imaginan. Gracias a esto tenemos a nuestro alcance prácticamente todo lo que imaginamos”, concluye Gotor.