Amarilleamiento de aceros inoxidables en aplicaciones de altas temperaturas

¿Cuál fue el reto o problema a resolver?

En un producto se detectaron unos aceros inoxidables que habían amarilleado, lo que se conoce como tintado térmico, debido al uso para el que se empleaba, ya que se mantenían altas temperaturas. Además de deteriorar gravemente la estética del producto, la aparición de estas manchas implicaba más dificultad en la limpieza y problemas de corrosión en las zonas de marcado láser.

Puesto que en el mercado no existía una solución técnica para estos requerimientos, el equipo de innovación en materiales de INFINITIA trabajó junto con el cliente para lograr un acabado estético y resistente a altas temperaturas, con un tintado térmico aceptable, logrando resolver los problemas con los acabados estéticos y la funcionalidad.

Amarilleamiento de aceros inoxidables en aplicaciones de altas temperaturas
Amarilleamiento de aceros inoxidables en aplicaciones de altas temperaturas
¿Cómo se abordó o cuál fue la solución?

En primer lugar, llevamos a cabo una comparativa de las piezas originales de los distintos aceros estudiados mediante un análisis visual.  Este proceso se documentó con fotografías de alta calidad realizadas con una cámara réflex. También realizamos una comparativa visual de las zonas marcadas con láser con ayuda de un microscopio óptico. De esta forma, se inspeccionaron las zonas críticas a fondo y con un alto nivel de detalle.

A continuación, procedimos a estudiar el color en las zonas amarilleadas y en las distintas probetas. Para ello, se realizó un análisis mediante un colorímetro portátil.

Un factor crucial para la mejora del material era conocer la resistencia de las muestras a la corrosión. Por este motivo, se efectuó un estudio de corrosión por medio de un potenciostato. Otro aspecto determinante en este proyecto era la estética, por lo que abordamos un estudio de la superficie vista del producto, tanto antes del amarilleado como después. Un perfilómetro nos sirvió para conocer con exactitud las medidas de rugosidad del material.

Por último, realizamos una inspección mediante un microscopio electrónico de barrido y una metalografía. Esta prueba nos permitió identificar las características de la microestructura y comparar las diferencias entre las muestras antes y después del amarilleado.

A partir de todos estos ensayos se pudieron determinar las causas de la degradación del material y, por, tanto, buscar alternativas que cumplieran con los requerimientos del cliente.

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