Si echáramos la vista unos años atrás, se hablaba de la impresión 3D como una tecnología muy novedosa y con gran potencial. En el año 2021 parece anticuado describir la impresión 3D como algo futurístico, ya que es una realidad que se usa en el día a día a nivel industrial e incluso doméstico.
Según diferentes estudios de mercado, se estima que casi el 50% de los fabricantes usarán este tipo de tecnología, de tal forma que el negocio relacionado crecerá de forma considerable, rozando los 19.000 millones de euros. En el ámbito industrial se están desarrollando nuevos materiales, mejorando las máquinas en velocidad, precio y software, así como aumentando la capacidad de piezas impresas.
Laura del Rio, Ingeniera Especialista en Diseño de Plásticos y Prototipado, explica cómo desde Infinitia apostamos por esta tecnología desde nuestros inicios, ya que es una herramienta muy valiosa a la hora de validar modelos, diseños de productos o preparar utillajes para nuestro día a día en el laboratorio.
Este proceso, que supone un pleno rendimiento al área de diseño estratégico y prototipado de Infinitia, aporta ventajas ecológicas y económicas que se retroalimentan entre sí. Por citar algunas de ellas: la mayor eficiencia en el proceso de fabricación productos, bajo coste en piezas de tiradas bajas, reducción del desperdicio del material al mínimo, estrategia de trabajo especializada y personalizada; al estudiar, por ejemplo, la viabilidad técnica de un nuevo producto y realizar el diseño de un MVP o validación de ensamblajes y posturas ergonómicas durante el montaje del producto final en serie.
Existen distintas técnicas para lograr, a través de la Impresión 3D, un prototipo final –principal uso que emplea Infinitia–, ya sea estético o funcional. Repasamos los procedimientos que en nuestros procesos combinamos:
La impresión 3D por deposición de material fundido (FDM), usa bobinas de filamentos de materiales como PLA o ABS comúnmente, aunque hoy en día existe un amplio abanico de materiales, colores y aditivos.
Es la técnica de prototipado más barata, por lo que suele usar en piezas de grandes dimensiones; sin embargo, encuentra ciertas limitaciones resistentes debido a la adhesión entre capas y acabados superficiales de los objetos resultantes. La dirección en la que se depositan las capas es determinante en la resistencia de la pieza y a la hora de conseguir ciertas geometrías.
Ilustración 1. Comparación FDM (izq.) vs SLS (drch.)
La sinterización láser selectiva (SLS) es un método de fabricación aditiva mediante la superposición de capas de material en forma de polvo, principalmente de poliamida, que se convierten en una pieza sólida al ser fundidos por el láser. Desde Infinitia contamos con la impresora HP Multijet Fusion, que da lugar a piezas resistentes y con buenos acabados. Permite crear muy buenos detalles en zonas críticas. Una ventaja muy interesante, es que permite comprobar el funcionamiento de clipajes en piezas de plástico; ya que, debido a su tecnología, crea paredes con gran flexibilidad y con comportamientos a flexión muy aproximados a una pieza de inyección.
Ilustración 2. Izq: Pieza en SLS. Drch: comparación SLS vs SLA
Para finalizar, las impresoras de resina o estereolitografía (SLA), consiste en la fabricación de piezas mediante la unión de sucesivas capas de resina fotosensible curada mediante radiación ultravioleta. Es adecuada para piezas pequeñas, con cuidada estética y detalles muy precisos. Es una de las tecnologías que más auge tiene a nivel doméstico, muy usada por aficionados a las maquetas o dioramas.