El control de calidad garantiza el mantenimiento o la mejora de un producto y sus fases de fabricación, algo esencial en la industria del siglo XXI. En este artículo te explicamos a qué nos referimos cuando hablamos de control de calidad, los diferentes tipos y sus técnicas.
¿Qué es un control de calidad y cuál es su finalidad?
El control de calidad es un proceso de comprobación que trata de medir y garantizar que tanto el producto como los diversos factores que intervienen en las actividades de producción cumplen la normativa y se encuentran dentro de las especificaciones finales, asegurando su calidad. Para determinar que esto es así se aplican una serie de pruebas en cada fase de fabricación.
En primer lugar, se analizan las materias primas y se toman muestras a lo largo de toda la cadena y, a continuación, se prueba el producto final.
Gracias a las diversas comprobaciones en las distintas etapas de la fabricación es posible identificar dónde existe un problema y corregirlo.
El objetivo de un control de calidad es ayudar a cualquier tipo de empresa o sector a satisfacer la demanda de mejores productos, asegurando los defectos cero y el cumplimiento de la normativa ISO 9000 que trata de nivelar la práctica.
Análisis y control de calidad en la empresa
El control de calidad que se utiliza en una determinada empresa depende en gran medida del producto o la industria a la que nos refiramos. Por ejemplo, el control de calidad de un alimento procesado que se lleva a cabo en las industrias alimentarias incluye garantizar que el producto no enferme al consumidor, por lo que este tipo de industrias se centrarán en realizar pruebas químicas y microbiológicas de las muestras, tanto de la línea de producción como del alimento listo para el consumo. Del mismo modo, los fabricantes también emplearán su esfuerzo en mejorar otro tipo de características -como el aspecto, la textura o el sabor- que son claves en la percepción del consumidor.
Por el contrario, en la fabricación de automóviles, el control de calidad centra su esfuerzo en mejorar cómo encajan e interactúan las piezas y en garantizar que los motores funcionen con suavidad y eficacia. Mientras, en la industria electrónica se medirá el flujo de la electricidad. En este sentido, existen diferentes parámetros de calidad que se pueden aplicar en los procesos productivos como son: la funcionalidad, durabilidad, eficiencia, seguridad, la apariencia del producto final o la satisfacción del consumidor, entre otros.
Tipos de control de calidad en la industria
Existen varios métodos para medir el rendimiento del control de calidad. Estos son los más habituales:
Gráfico de barras X
Este gráfico representa si los productos o procesos analizados cumplen las especificaciones previstas y, en caso contrario, el grado en que se apartan de dichas especificaciones. La varianza muestra si el atributo probado es aceptable y determina si los defectos se producen de forma aleatoria o sistemática.
Método Taguchi
Presenta un enfoque que hace hincapié en el papel de la investigación, el diseño y el desarrollo del producto para reducir la aparición de defectos y fallos y modos de fallo en materiales. El Método Taguchi considera que el diseño es esencial en el proceso de fabricación y trata de eliminar los errores antes de que puedan producirse.
Control de calidad integral
Consiste en examinar y evaluar todas las partes implicadas en la creación de un producto. Para ello, se necesita obtener los datos implicados en el proceso de fabricación y examinar meticulosamente cada elemento.
Técnicas de control de calidad en los procesos de producción
La puesta en marcha de un sistema de control de calidad en un entorno de producción requiere planificación y esfuerzo para garantizar que se haga de forma correcta. En este aspecto, existe una amplia variedad de técnicas de control de calidad que se pueden aplicar en los procesos industriales. A continuación, te mostramos las más importantes:
Six Sigma
Se trata de un conjunto de principios centrados en asegurar que un producto y todas sus características se hayan diseñado para satisfacer las necesidades de los clientes y no presenten defectos.
Control estadístico de procesos (SPC)
Esta técnica se basa en el seguimiento de las métricas de producción mediante la supervisión de la calidad en cada paso. Lo que permite identificar mejor los problemas y resolverlos en etapas iniciales.
Lean
Lean es una estrategia de mejora de procesos centrada en la planificación y gestión eficaz. Parte de la idea de minimizar cualquier desperdicio y maximizar la eficiencia del producto. Estas tácticas de fabricación ajustada son de gran utilidad para la detección de defectos en el control de calidad.
Mantenimiento productivo total (TPM)
Asegura y mejora la integridad de la producción mediante el uso de máquinas, equipos, procesos e innovación en materiales. Al utilizar un enfoque proactivo, los problemas se identifican en las fases iniciales y se eliminan cuanto antes. Se trata de una forma muy consolidada de mejorar los sistemas de producción manufacturera, y funciona muy bien como parte de una estrategia general de control de calidad en la mayoría de los entornos.
Gestión de la calidad total (TQM)
Implica su presencia en todos los ámbitos: en los productos, diseños, procedimientos y sistemas. Un factor fundamental teniendo en cuenta la consideración que ha alcanzado la calidad como medio para garantizar la satisfacción del cliente y reducir los costes.
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