La sostenibilidad, el desafío de la industria

  • La disminución del impacto ambiental pasa por invertir en energías renovables, en el reciclado de materiales, la optimización de recursos o en el ecodiseño. 
  • La empresa de ingeniería Infinitia ofrece soluciones fáciles de incorporar y con altos niveles de eficacia. 
  • El equipo de profesionales de la startup aragonesa trabaja en nuevos materiales para que las empresas sean más ecológicas.

Altos costes o un complicado proceso de adaptación al cambio, son algunos de los obstáculos principales que encuentra el sector industrial cuando inicia el camino de la sostenibilidad. ¿Es posible superar éstos y otros desafíos que suponen los ODS?

De los 17 Objetivos de Desarrollos Sostenible queremos detenernos especialmente el número 9 que hace referencia a la “Industria, Innovación e infraestructuras”. Desde la organización internacional, (ONU) indican que “la industrialización inclusiva y sostenible, junto con la innovación y la infraestructura, pueden dar rienda suelta a las fuerzas económicas dinámicas y competitivas que generan el empleo y los ingresos. Éstas desempeñan un papel clave a la hora de introducir y promover nuevas tecnologías, facilitar el comercio internacional y permitir el uso eficiente de los recursos”.

No obstante sacar el mayor partido a esos puntos fuertes se encuentra en proceso, pero lejos de conseguirse. En este sentido también se han dejado notar las consecuencias producidas por la COVID-19. “La pandemia está afectando gravemente a las industrias manufactureras y está provocando alteraciones en las cadenas de valor mundiales y en el suministro de productos”, explican.

La inversión en Investigación y Desarrollo (I+D) por parte de las compañías se convierten en piezas clave dirigidas a profundizar en la innovación y en el avance tecnológico. Herramientas muy útiles y prácticamente indispensables para cumplir con aquellos objetivos en beneficio del medio ambiente. Las cifras a nivel mundial en este sentido son positivas de acuerdo a su progresión, hasta un cierto “parón” coincidente con la llegada del coronavirus. Tal y como se indica en los informes realizados por Naciones Unidas, la apuesta por la I+D creció de un 1,5% en el año 2000 a 1,7% en el 2015. Situándose en parámetros similares en el 2017. Eso sí destacas que en zonas en vías de desarrollo no alcanzó el 1%.

En el escenario fabril incorporar criterios sostenibles en los procesos de producción supone, al igual que ocurre en otros sectores, ser capaces de satisfacer las demandas de hoy, sin que se vea afectadas, ni comprometidas las generaciones venideras.

Si este propósito lo llevamos al “suelo industrial”, implementar soluciones eficientes desde el punto de vista energético es invertir en energías renovables, en el reciclado de materiales, la optimización de recursos o en el ecodiseño. Y lo más importante que todo ello les sea rentable.

A pesar de un escenario a priori negativo “las compañías industriales están cada vez más concienciadas”, explica Javier Sanz CEO de Infinitia. “Cuando vienen en nuestra ayuda para aprovechar al máximo por ejemplo un elemento de una pieza, se encuentran un tanto perdidas; sin embargo, las soluciones que aportamos son fáciles de incorporar, con altos niveles de eficacia y teniendo en cuenta los costes de tiempo y económicos”, explica.

El trabajo realizado desde esta ingeniera aragonesa destaca por un equipo de profesionales que trabajan en la búsqueda de nuevos materiales con los que ayudan a que las empresas sean más ecológicas. La tendencia sostenible en la empresa es más un imperativo que una posible opción a barajar. Las estrategias de las compañías deben incluir este factor para su planificación.